En foto superior una avispa como si se
tratase de un helicóptero trata de amerizar sobre la lámina de
agua, conseguido lo cual, una vez posada (foto inferior) extiende sus
patas y eleva las alas a modo de velas, y así de esa guisa, se deja
llevar por una suave brisa emulando quién sabe si a un surfista.