Fotografía superior. Típica posición de éstos abejorros cuando abandonan la flor después de succionar el néctar. Retroceden casi verticalmente antes de ponerse horizontal para volar hasta otra flor, bien cercana o lejana.
Fotografía
inferior. Una abeja de la familia Osmia se dirige toda rauda,
sorteando ramas hacia las flores del fondo, que como semáforos la
incitan ir hacia ellas.
Durante
la primera mañana de primavera con una temperatura alta para la
fecha, las especies de ambas fotografías visitaban cíclicamente a
un ejemplar de Prunus
triloba multiplex. (Real
Jardín Botánico de Madrid).
Parecían poseer
ambas especies de insectos un reloj interno sincronizado, pues
desparecían y regresaban de forma simultánea a las flores de tan
vistoso árbol para nosotros, e imagino que para ellos igualmente.