Capturando fotográficamente insectos en vuelo.

Al abordar la fotografía de insectos en vuelo, entre las imágenes capturadas que se presentan se distinguen principalmente dos tipologías diferenciadas: aquellas que el insecto posee las alas en movimiento- en barrido- , y las perfiladas paradas, es decir, -inmóviles-. En la práctica ambos tipos poseen en común dos características: paciencia a la hora de fotografiar  y  uso del mismo equipamiento,  eso si, éste con configuraciones distintas.

    Los medios utilizados  son: cámara Nikon D70/D90; objetivo Tamron macro 90mm; flash Nikon SB800 y flash Mezt 40MZ, siendo la metodología  generalmente utilizada basada en enfoque manual, sin trípode e intentando adivinar el desplazamiento del insecto. A veces si el bicho es reiterativo hacia el polen de una determinada flor, en autofoco, disponiendo el enfoque a la zona donde acaba dirigiéndose.
    El disparo del/os flash/es está ajustado para que el destello posea una velocidad adecuada . Según sea  la conveniencia de la foto a obtener: alas en barrido o inmóviles.

    Una velocidad de destello del/os flash/es muy alta y una distancia cámara -insecto relativamente pequeña(aprox 40cms) las alas tienden a salir inmóviles, mientras que si aumentamos la distancia en estas condiciones , las alas tienden a visualizarse en barrido. Por otro lado si la velocidad la bajamos demasiado, para la misma distancia, predominarán las fotografías con alas en barrido.

    Este modo de proceder es válido para insectos con batir de alas muy rápido( superior a 200 veces por segundo), generalmente de himenñopteros y dípteros. En el caso de los odonatos la velocidad del destello puede bajar sensiblemente para que las alas queden inmóviles conservando una distancia entre 40 y 60cms entre objetivo y odonato, pues estos insectos poseen un batir de alas relativamente bajo. Incluso en el caso de estos insectos se  puede realizar la captura sin el flash.
      Las velocidades de destello utilizadas en las fotos expuestas están comprendidas entre 1/5.000s y 1/17.000s y en el caso de utilizar dos flashes, éstos físicamente montados sobre un soporte a 45º respecto a la cámara.

       Otro aspecto a tener muy en cuenta es la apertura del diafragma , pues al tratarse de macro se debe cerrar lo más posible para evitar desenfoques que malogren el fotograma. Esto plantea una dificultad en forma creciente, es decir, a mayor proximidad menos profundidad. Así que hay que buscar el punto óptimo de distancia para  armonizar  tamaño del insecto fotografiado y enfoque, dando un buen resultado la elección de un diafragma f22.
       Como anécdota, al fotografiar insectos  muy próximo a ellos, algunos colores de camisa les atrae o tranquiliza, mientras que otros los alteran y les hace huir. Consecuentemente decidí utilizar prendas violeta o beis, nunca el color negro.