Para llegar a un arroyuelo después de aparcar el coche, al cruzar la carretera comarcal por la que circulé tropecé con una serpiente de escalera, imagen izquierda. Al regreso antes de llegar a la calzada olía fuertemente y de forma desagradable, cuando llegué a la misma encontré la respuesta: una camionetilla con dos operarios pintaban automáticamente el límite de la calzada. De repente; ¡ sorpresa!. Fotografía de la derecha.
He de advertir, para no causar estupor en el observador que la serpiente en la primera toma no estaba viva
He de advertir, para no causar estupor en el observador que la serpiente en la primera toma no estaba viva