Estos pequeños voladores, con una longitud aproximada de un
centímetro, para ser fotografiados hay que proceder con cautela al aproximarnos a ellos y realizando numerosos disparos, debido a sus
impredecibles virajes en vuelo, y por tanto lograr su enfoque.
En el primer caso,(fotos superior e izquierda) un espécimen de Episyrphorus balteatus, parecía ir a
posarse frente a la rama que tenía frente a él, cuando inopinadamente giró y
siguió su vuelo hacia otro destino. En el segundo caso, Syrphus ribesii, volaba a una altura aproximada de dos metros entre
el claro y oscuro de las ramas de los árboles, con frecuentes cambios bruscos
de posición en su vuelo, en el cual esporádicamente permanecía un instante
estático.