Numerosos insectos de esta especie no paraban de libar en
las flores de las plantas mencionadas,
si bien para llevar a cabo esta acción, tan solo dedicaban a cada flor un par
de segundos, visitando sin denuedo las numerosísimas flores a su alrededor pues
las plantas poseían una espléndida floración.
En esta instantánea con tan curiosa posición, se aprecian
las escopas, pelos largos sitos en las patas con los que recogen el polen, y
por otro lado su gran glosa desplegada lista para libar.