Estas dos especies de coleópteros, en la parte superior Heliotaurus
ruficollis, y en la parte inferior Lachnaia
tristigma, a la hora de iniciar el vuelo materialmente dan un impulso en
sentido vertical, y una vez han elevado
los élitros despliegan las alas comenzando a batirlas para realizar el vuelo
propiamente dicho.
En el primer caso, estos animalillos, después de haber
forrajeado lo suficiente, tienen la costumbre de desplazarse por el borde de
los pétalos de las amapolas blancas antes de abandonarlas, observación que se
tuvo en cuenta para obtener el resultado expuesto.
En el segundo caso, estando parado delante del capullo que
aparece en la imagen, observé cómo súbitamente se posaba un bichejo volador.
Entonces me senté en el suelo a la espera que iniciase el vuelo, cosa que
ocurrió casi de inmediato pues se balanceaba inestable a causa de la brisa que
corría.