Sobre una flor de Rosa arvensis,tres insectos de especies diferentes andaban alimentándose de forma que no se molestaban entre sí.
En esto un abejorro, Bombus terrestris, llega y por un instante queda observando la escena.
Detecta que allí debe existir buen alimento al ver a tres comensales y, allá fue posándose al lado de éstos para comenzar igualmente con la tarea vital.
Pasado un buen rato, levantó el vuelo para ir a otra flor próxima que estaba solitaria. Los tres insectos siguieron sin inmutarse de la visita con su actividad concentrados en ella.