Este abejorro que en la primera toma aparenta pasar rápido como una centella, nada más lejos de la realidad como vemos a raíz de la segunda toma.(las fotos están realizadas con la cámara configurada en ráfaga). En efecto, el despliegue de sus patas y posarse le llevó aproximadamente un tiempo menor a 100 milisegundos.
En pleno vuelo, aún aleteando.
Recién posado con alas sin plegar.