No
se trata de un ejemplar de Trithemis
kirbyi, raro
con cuatro pares de alas en lugar de los dos pares preceptivos.
Simplemente casualidad a la hora de tomar la fotografía, coincidió
el movimiento de las alas al posarse, con el disparo de la cámara en
baja velocidad y a la vez con flash en alta elocidad.