Sentado en la zapata a nivel del agua, próximo al final de la exclusa del rio Guadalquivir, observé a un macho de la especie mencionada dar pequeños vuelos, con una varita que suelo llevar de bambú la interpuse en sus recorridos, y sorprendentemente fue a posarse en la mencionada varita, zarandeé la misma al objeto de hacerle volar, y curiosamente en lugar de dar vuelos como al principio, daba unos aletazos y volvía aposarse en la varita . Así estuve un largo rato zarandeando a la varita y él aleteando y posándose en tan inestable posadero.
Al
quitar la caña de bambú definitivamente, emprendió un vuelo a ras
de agua y se perdió en la lejanía.
En uno de sus vuelos a ras de la lámina de agua.
Posándose
de nuevo; a horcajadas.